martes, 8 de mayo de 2012

Colegio Mariano Suárez Veintimilla

 “COLEGIO MARIANO SUAREZ VEINTIMILLA”
ESPECIALIDAD COMERCIO Y ADMINISTRACIÓN ESPECIALIDAD APLICACIONES INFORMÁTICAS.
 1. ANTECEDENTES
Cada hecho histórico de la vida de una institución personifica su perspectiva del proceso educativo, reflejando su esencia y temporalidad. La apropiación del sentimiento de educación como un don de servicio a la sociedad, es un reflejo de las etapas histórico-culturales que ha vivido nuestra patria; y, en ese contexto la educación en el colegio “Mariano Suárez Veintimilla” de la ciudad de Ibarra, actualmente afincado al sur de la capital provincial, en el barrio el Ejido.
Su creación por los años ochenta es paralela a la proyección promovida por la CEPAL a fines de los años setenta, sustentándose en la idea de que el mercado interno es el motor que mueve el desarrollo y por lo tanto “derivará en políticas públicas destinadas a generar igualdad de oportunidades y a insertar a los países subdesarrollados en el nuevo contexto de la sociedad del conocimiento”1. En consecuencia, la visión de los gestores de su nacimiento debió estar orientada a la creación de un colegio con perspectiva diferente y ubicada en una nueva concepción del hecho educativo. Su estructura organizativa con la figura de colegio se consolida al establecerse la especialidad de Computación, la misma que en coherencia con el avance tecnológico sería el cimiento que despertaría la aceptación, curiosidad e interés de la población del norte ecuatoriano.
1.1. ANTECEDENTES HISTORICOS
El 8 de septiembre de 1980 mediante Acuerdo No. 16150 del Ministerio de Educación y Cultura, crea el colegio de ciclo básico para régimen de sierra a partir del año lectivo 1980-1981; además, tiene la característica de ser Mixto y se denominaría “Mariano Suárez Veintimilla”, cuya ubicación sería el barrio el Empedrado, parroquia el Sagrario, cantón Ibarra; el mismo que funcionaria con un presupuesto de 570.000 (sucres). Con las incomodidades, propias de una institución nueva, se inician las labores el 15 de octubre de 1980 en la Escuela “Ciudad de Ibarra” siendo su primer Rector, el Prof. Manuel Báez Ruano. El Primer Curso está dividido en dos paralelos; existen 56 estudiantes, de los cuales, 16 son mujeres y 40 hombres. La juventud marianista aspiraba contar con una especialidad, pensando en las nuevas perspectivas de trabajo. El Ministerio de Educación, mediante Resolución No. 1963 del 16 de noviembre de 1983, autoriza el funcionamiento del Primer Curso del Ciclo Diversificado del Bachillerato Técnico en Comercio y Administración, en la Especialidad de Informática, sin embargo, se rectifica cambiando a la especialidad de Computación, a través de la Resolución No. 710 de 7 de octubre de 1986. El Colegio se diferencia de los demás planteles de educación media del norte ecuatoriano, por considerarse el pionero en Computación, siendo necesario, la elaboración de planes y programas de esta especialidad, los mismos que fueron preparados por los profesores del plantel bajo la coordinación del Prof. Oscar Flores.
UNA EDUCACIÓN CUALITATIVA, CENTRADA EN EL DESARROLLO HOLÍSTICO DEL POTENCIAL HUMANO.
Transformar el sistema de enseñanza, en gran medida depende de la capacidad docente para ejercer una reflexión crítica; tomar decisiones juiciosas del que y como hacer; identificar, interiorizar los modelos pedagógicos y ampliar la experiencia a través de la aplicación de nuevos métodos y estrategias. El docente a de procurar, que el proceso de aprendizaje que se fomente en el aula, sea fortalecido con los medios necesarios, para intervenir eficazmente en el trabajo. Los indicadores de calidad dependerán de las metas propuestas por la institución; así mismo, los logros obtenidos se explicitarán a la comunidad educativa. Se entiende como una educación cualitativa, la que genere logros de calidad en los alumnos y alumnas: dentro de parámetros de actitudes positivas proyectándose a construir una sociedad basada en principios de igualdad, justicia, reciprocidad y servicio; dentro de los procesos, construyendo nuevas alternativas y enfoques del como hacer; y dentro del conocimiento, desarrollando el pensamiento con libertad y responsabilidad en un contexto ecológico natural. Fortaleciendo el desarrollo del potencial humano, nuestro sistema educativo impulsará una educación centrada en los valores universales.
 

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